Un desafío apasionante para todos

En el pasado he señalado que la educación financiera no solo permite tener consumidores autónomos, con capacidad de decisión propia y juicio crítico sobre las diversas alternativas, sino que crea clientes exigentes que obligan a los bancos a ser mejores.

Configura, además, un entorno en el que los fallos puntuales acaban de ser casos aislados, lo que es vital para el negocio bancario. Por ello, la importancia de la educación financiera, muy ligada a la inclusión financiera y a la protección del consumidor, es ampliamente reconocida por instituciones públicas y privadas.

José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Prensa

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