La posición mantenida por el gobierno Abe en la última Cumbre del G7 aún genera controversia.
Por de pronto la celebración de la reunión en Japón ofrecía un marco adecuado para que el Primer Ministro japonés pusiera encima de la mesa el “ejemplo” de su país lastrado por temas de competitividad, falta de dinamismo, exceso de deuda pública y riesgos de deflación. Por el contrario la posición del Gobierno japonés, fue advertir sobre la acumulación de indicios negativos, a nivel internacional que se asemejan demasiado a la existente antes dela quiebra de Lehman Brothers.