Buscar

Sobre AEB

Nuestra historia

EL COMIENZO: 1977

La Asociación Española de Banca (AEB) nace en 1977 tras la aprobación de la ley que regula el derecho de asociación sindical. Originariamente su denominación es la de Asociación Española de Banca Privada ya que no formaban parte de ella la banca oficial (Banco Hipotecario, Banco de Crédito Industrial, Banco de Crédito Local) que tenía un régimen jurídico propio. Tras la fusión de los bancos públicos en Argentaria y su ulterior privatización la Asociación adopta su actual denominación.

El primer desafío para la constitución de la Asociación es la redacción de los estatutos sociales, que son vitales para garantizar su éxito y que, por ello, son objeto de un complicado proceso de redacción. El objetivo es conseguir que la incorporación a la AEB resulte atractiva para todos los bancos teniendo en cuenta la estructura real del sector bancario. Junto a los denominados siete grandes bancos existe una serie de bancos de tamaño medio y pequeño para los que resulta de dudoso interés incorporarse a la Asociación.

Por esta razón, se crean dentro de la AEB tres grupos de bancos: grandes, medianos y pequeños con una regulación de los derechos de voto. Para adoptar acuerdos los siete grandes bancos necesitan de los votos de algunos bancos medianos y pequeños. Esta estructura es determinante para que todos los bancos españoles se incorporen a la AEB y también ha funcionado con los extranjeros, para los que se crea un nuevo grupo cuando se les da entrada en el mercado español.

Al mismo tiempo que se crea la AEB se crean las demás patronales sectoriales y además el empresariado español se da cuenta de la necesidad de contar con una representación global importante, con una estructura y financiación adecuadas, por lo que se crea la CEOE, en cuya financiación el sector bancario, a través de la AEB, asume inicialmente un papel relevante.

RAFAEL TERMES, EL PRIMER PRESIDENTE

La AEB asume el esquema de trabajo que existe en la organización sindical del sector cuyos empleados se integran en la Asociación. Pero pronto se dota de una estructura mucho más potente, con un presidente ejecutivo, cargo para el que se nombra a Rafael Termes.

El hasta entonces consejero delegado de uno de los grandes bancos asume el cargo en la AEB con dedicación exclusiva y la determinación de mantener un contacto estrecho con la realidad bancaria. Este enfoque lleva también a que la responsabilidad del asesoramiento jurídico de la AEB lo asuma a tiempo parcial el secretario general de un banco, en este caso de tamaño medio.

También se designa un secretario general procedente del sector bancario, responsable del funcionamiento diario de la AEB y, sobre todo, de los temas laborales, incluyendo la negociación colectiva, función que asume de inmediato la AEB. Asimismo se designan unos órganos de gobierno en los que participan los primeros ejecutivos de todos los bancos asociados, con reuniones muy frecuentes.

LA COEXISTENCIA CON EL CONSEJO SUPERIOR BANCARIO

Las funciones que asume la AEB están muy determinadas por la existencia del Consejo Superior Bancario (CSB). Este órgano, creado en 1946 y del que obligatoriamente eran miembros todos los bancos operantes en España, venía ejerciendo, ante la imposibilidad legal hasta 1977 de que existiera una autentica asociación patronal, de muchas de las funciones que corresponden a las entidades representativas de los sectores. Entre otras, se le atribuye la función de elevar a los ministerios correspondientes las peticiones, informes y mociones de la banca privada relativas a cuestiones de carácter general, y de informar sobre las materias bancarias, especialmente de las reformas en la legislación bancaria.

Para ello, el Consejo Superior Bancario está dotado de una organización eficiente con participación de representantes de los bancos en los distintos comités jurídicos y técnicos existentes en su seno, y cuenta además con una financiación propia, por lo que se considera que no tiene sentido duplicar esa estructura organizativa y de costes en la AEB.

Entre la AEB y el Consejo Superior Bancario se produce además una colaboración muy satisfactoria, de la que puede citarse como ejemplo el impulso conjunto de la Ley Cambiaria 19/1985. En ella se consagra la presentación de los documentos de este tipo sin entrega física de los mismos, lo que permite una modernización del tráfico de dichos documentos pionera en Europa, o la participación bancaria en la reforma de la normativa concursal.

Todo ello determina que en esta primera etapa la AEB cuente con una estructura reducida, ya que solo se crea una Comisión Fiscal, ámbito del que no se ocupaba el CSB, y dos asesorías, la laboral y la económica, que vienen a añadirse a la jurídica.

LA CRISIS Y EL CASO RUMASA: 1978-1983

El inicio de las actividades de la AEB coincide con el comienzo de la profunda crisis bancaria de 1978 a 1983. En este periodo desaparecen numerosos bancos y se modifica la estructura del Fondo de Garantía de Depósitos, dotándole de personalidad jurídica y atribuyéndole la gestión, enajenación y liquidación, en su caso, de los bancos en crisis, como solución más eficaz y económica que el mero aseguramiento de los depósitos garantizados.

La crisis hace necesaria la presencia de expertos bancarios en los órganos gestores de las entidades con graves problemas de viabilidad, por lo que la AEB se constituye como el interlocutor de la Administración en todo el proceso. Para la Asociación es especialmente exigente la crisis de Rumasa, ya que obliga a gestionar y adjudicar un elevado número de entidades. Es en el seno de la AEB donde se gestiona la adjudicación de los distintos bancos y es la AEB la que asume la defensa jurídica de todas estas actuaciones.

INCORPORACION DE ESPAÑA A LA UE: 1985

La incorporación de España a la Unión Europea marca otro hito en la historia de la AEB: su entrada oficial en la Federación Bancaria Europea. Aunque España firma el tratado de integración en 1985, la AEB ya había sido aceptada con anterioridad como miembro de la Federación Bancaria Europea y participaba en sus órganos directivos y en los distintos comités especializados, con el criterio de que la representación española estuviera formada por dos personas, una de la AEB y otra de un banco. 

Participar en la Federación Bancaria Europea es muy importante en la actividad de la AEB, dado que la normativa bancaria europea está armonizada y la española se centra en incorporar las Directivas y Reglamentos europeos. Y es en el proceso de elaboración de éstos cuando es más necesaria la intervención del sector.

La entrada española en la UE coincide en el tiempo con una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que declara sujetas las actividades bancarias a las normas de competencia. Hasta entonces se había considerado que éstas no eran de aplicación porque el precio de las prestaciones bancarias dependía del nivel de tipos de interés, y éstos los fijaban los organismos reguladores y supervisores, no las propias entidades.

Dicha sentencia supone una cierta desautorización de las entidades de competencia europea, que reaccionan inmediatamente y abren una inspección al sector bancario español recién incorporado a la Comunidad Europea. En este contexto, la AEB actúa con plena transparencia frente a la autoridad comunitaria de competencia, que sabe apreciarla con el resultado de que todo se reduce finalmente a realizar una declaración formal de la existencia de algunos acuerdos operativos entre entidades, sin reacción alguna de la autoridad de competencia.

LA SUPRESIÓN DEL CSB. EL INICIO DE UNA NUEVA ETAPA

Tras dejar Rafael Termes la Presidencia de la AEB en 1990, por jubilación, le sustituye en el cargo José Luis Leal.

Al final del primer mandato del nuevo presidente se produce, cuatro años más tarde, la supresión del Consejo Superior Bancario, lo que tiene lugar coincidiendo con la incorporación a la normativa española de la Segunda Directiva bancaria europea, y se atribuyen a la AEB su patrimonio y funciones.

En 1994 se inicia una nueva fase de la historia de la Asociación en la que, la actividad de lobby y de intervenciones concretas en representación del sector, se refuerza de forma muy notable con la coordinación profesional de los intereses de los bancos.

La AEB incorpora los comités técnicos existentes en el CSB en el ámbito jurídico, de los medios de pago, de normalización de los procedimientos interbancarios, y de operativa internacional, así como el Servicio para Dirimir Incidencias entre Bancos (DIRIBAN) y su homólogo con otras entidades de crédito (SERDI).

La AEB asume también la función de publicar los balances y cuentas de resultados de los bancos; así como, en un ámbito distinto, la titularidad del Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF) que había sido creado en 1974 por el Consejo Superior Bancario.

La AEB se convierte así en la única entidad representativa de los bancos privados en una etapa en la que el sistema bancario español va a experimentar cambios muy profundos.

Sin pretender recoger en detalle los importantes y numerosos hitos que se han producido en la historia de la AEB a lo largo de estos años sí merecen mencionarse algunos de estos cambios, el papel que ha desarrollado en ellos la Asociación y su propia evolución interna.

LA INTRODUCCIÓN DEL EURO Y OTROS IMPORTANTES CAMBIOS

Así, cabe recordar por ejemplo el proceso para la introducción del euro, resultado de la Unión Monetaria Europea, que se inició a finales de los años noventa del siglo pasado y que requirió un enorme esfuerzo de organización y coordinación, tanto del sector público como del sector privado.

En este proceso los bancos jugaron un papel fundamental y la actuación de la Asociación tuvo un efecto determinante para establecer, a través de sus comités y grupos de trabajo, los procedimientos que hicieron posible un ejercicio tan complejo como el cambio de la moneda, tanto en las operaciones bancarias como en el canje físico de monedas y billetes, cuyo coste fue además asumido por el propio sector.

La creación del sistema TARGET para grandes pagos transfronterizos, al que más tarde se unirá un sistema equivalente para la compensación y liquidación de valores, fue otro hecho relevante de este proceso.

También fueron muy importantes los preparativos para el cambio de milenio, el llamado efecto 2.000, que finalmente se desarrolla sin los problemas que se habían anticipado gracias a las actuaciones realizadas por los distintos sectores, entre los que destaca el bancario.

En el ámbito de los medios de pago, la AEB ha tenido un papel muy activo en el desarrollo de sistemas que, como el Área Única de Pagos en Euros (SEPA) o el de los pagos inmediatos (Bizum), suponen una importante mejora en los instrumentos puestos a disposición de los clientes.

EL ESCENARIO REGULATORIO Y LA CRISIS DE 2007

Tradicionalmente la AEB ha dedicado una atención muy especial al ámbito regulatorio, es decir a los procesos de elaboración de las normas que afectan a los bancos en cualquier ámbito de su actividad y ha participado activamente en los procesos de audiencia pública abiertos sobre los distintos proyectos normativos.

En la historia reciente de la Asociación son evidentes los cambios regulatorios que han afectado a la actividad de los bancos en ámbitos tan distintos como la transparencia y protección de la clientela, los mercados de valores, el derecho de sociedades y el gobierno corporativo, el régimen fiscal, los sistemas de pago, la prevención del blanqueo de capitales, o la normativa contable.

Pero probablemente el área que ha requerido una mayor atención por parte de la AEB en estos últimos años ha sido el de la regulación prudencial y de supervisión que, como consecuencia de la crisis financiera que se inicia en el año 2007, ha experimentado cambios muy profundos. La nueva regulación en materia de ordenación, supervisión y solvencia de las entidades de crédito, recoge procedimientos e instrumentos innovadores y complejos con profundo impacto en los bancos.

Por su parte el nuevo marco para la reestructuración y la resolución de entidades de crédito, para afrontar posibles situaciones de crisis, ha supuesto asimismo un cambio sustancial en la regulación prudencial de nuestro sector.

Estas iniciativas regulatorias, y las organizaciones creadas para hacerlas efectivas (Mecanismo Único de Supervisión y Mecanismo Único de Resolución) representan las bases de la creación de la Unión Bancaria Europea que cabe esperar se complete, como viene propugnando la AEB, con un sistema único de Garantía de Depósitos.

En este periodo de la historia de la AEB no puede dejar de recordarse que los bancos miembros de la AEB fueron capaces de superar la crisis no solo sin ningún tipo de ayudas públicas sino contribuyendo a solucionar la situación de otras entidades y aportando a un Fondo único de Garantía de Depósitos los recursos de que disponía el Fondo de los bancos.

LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA

Tradicionalmente ha ocupado un lugar muy importante en la actuación de la AEB la negociación del Convenio Colectivo de Banca, que representa un elemento de estabilidad en las relaciones laborales de sus asociados y que ha venido firmándose en un ambiente de entendimiento con las principales organizaciones sindicales.

HACIA UNA ORGANIZACIÓN MÁS INTERNACIONAL Y EFICIENTE

La actividad y estructura de la asociación ha experimentado en su historia reciente algunos cambios relevantes que se iniciaron bajo la presidencia de D. Miguel Martín Fernández (2006-2014) y que se han reforzado con las presidencias de D. José María Roldán Alegre y la actual presidenta Dª Alejandra Kindelán Oteyza.

A lo largo de estos últimos años la AEB ha impulsado claramente su actividad internacional, a través de una presencia mucho más activa en la Federación Bancaria Europea-FBE  así como en numerosos foros internacionales. Para hacer efectiva esta presencia la Asociación ha adaptado también su estructura de comités para coordinarla con la de la Federación y así poder representar mejor la posición de sus asociados. Con este mismo objetivo la AEB ha aumentado sus recursos humanos con la incorporación de nuevos asesores y la potenciación del área y dirección de “public policy”, que se complementan con la tradicional función de la Secretaría General.

La necesidad de procurar una mejora de la reputación del sector bancario, claramente afectada por la crisis, ha llevado también a reforzar la actividad de comunicación de la asociación con el nombramiento de un portavoz, para transmitir mejor a los medios de difusión y a la sociedad la verdadera realidad de la actuación de los bancos. En esta misma orientación la asociación está dedicando un importante esfuerzo a los programas de educación financiera y a las actividades de responsabilidad social corporativa.

En ellos colabora de forma importante la Fundación AEB, creada en el año 2008 para impulsar actividades de carácter educativo, cultural o científico. La Fundación ha asumido además la titularidad del Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), que sigue desarrollando una importante labor en la formación de los futuros ejecutivos del sector bancario y empresarial.

En esta nueva etapa de la AEB se sitúa también el cambio de su sede social, cuyas nuevas instalaciones cuentan con un diseño más eficiente y adaptado a las necesidades y tendencias actuales del sector.