El 80% de las familias españolas ha comprado su vivienda gracias a préstamos privados.
En las últimas semanas se ha abierto un intenso y apasionado debate sobre nuestro mercado hipotecario. Lo pasional de este debate puede justificarse porque muchos ciudadanos han sufrido la grave crisis de la vivienda desatada por una crisis económica que dejó a cinco millones de personas sin trabajo. También porque el mercado hipotecario responde a una necesidad básica de los ciudadanos.
En nuestro país, esa necesidad se ha resuelto de una forma bastante satisfactoria y se ha hecho desde el sector privado. Nuestro sistema hipotecario ha proporcionado la financiación necesaria para que aproximadamente un 80% de las familias pudiera comprar su vivienda. Este dato pone en evidencia que nuestra política pública de acceso a la vivienda —en propiedad o alquiler— ha sido, a diferencia de lo ocurrido en otros países, escasa en términos relativos; la mayor parte del esfuerzo ha recaído en el sector privado.
Se podrá discutir si es mejor o peor el régimen de alquiler o el de propiedad, incluso criticar la falta de un sistema de vivienda social más amplio y genero- so, pero nadie puede culpar de esas supuestas debilidades a quien precisamente las ha subsanado y paliado con gran eficacia: dando soluciones a muchas familias que, de otra forma, no habrían tenido alternativa para acceder a la vivienda.
José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca