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Presidencia

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

“En España tenemos un buen nivel de competencia bancaria”

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Nacida en Venezuela hace 51 años, la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB) desde abril de 2022 participó el 26 de mayo en una jornada en València sobre los ‘Seniors frente a la brecha digital’ organizada por la Fundación Mapfre. Asegura que solo el 3% de los jóvenes disponen de ahorros para pagar una entrada para comprarse una vivienda, pero que el 40% de ellos sí pueden pagar la cuota hipotecaria. Defiende fórmulas como los avales.

¿Podemos creer que han pasado ya las turbulencias sobre la banca generadas por las crisis del Silicon Valley Bank y el Crédit Suisse o es mejor ser prudentes?

Las condiciones financieras de la economía han cambiado radicalmente en muy poco tiempo. Han subido los tipos de interés fuertemente. De lo que tenemos que estar seguros en España es de que tenemos un sector bancario bien preparado para hacer este cambio. Tenemos un modelo de banca muy comercial, que no tiene nada que ver con bancos como el Silicon Valley y los problemas del Crédit Suisse, que tenía dificultades en los últimos años en cuanto a rentabilidad. La banca española está mostrando solidez y rentabilidad y unos balances muy sólidos, con una diversificación enorme. El Silicon y algunos otros han quebrado por su modelo de negocio. Estamos bien preparados.

¿Se pueden reproducir fenómenos como el del Silicon Valley?

El mercado es muy grande. Estos son fenómenos internacionales. Vinieron de fuera. Nosotros partimos de la base de un sector financiero sólido, saneado, rentable.

El sector ha sido muy beligerante con el impuesto a la banca, pero los resultados del primer trimestre han sido muy buenos. ¿Cómo justifica esa contradicción?

Venimos de una década de tipos de interés negativos. Ahora, el cambio en las condiciones hace que se normalicen los tipos y también los niveles de rentabilidad. Hay que entender las grandes cifras, los 20.000 millones de beneficio de 2022. Comprendo que llaman la atención, porque es una cifra muy grande en un momento en que hay inflación y desaceleración económica. Tenemos bancos aquí que son de los primeros del mundo y generan una parte muy importante de sus beneficios fuera. En el caso del Santander, el 85%. El BBVA dijo el 65%/70%. Al final, el total es el 42%, que hay que quitarlo. Del resto… La mitad del beneficio que se genera se acumula para poder tener reservas y poder seguir prestando a familias y empresas. La otra mitad del beneficio se reparte en dividendos que se distribuyen en 5,6 millones de accionistas, muchos de ellos muy minoristas y que complementan su renta con ese dividendo. La banca española es en Europa el sector que más impuestos paga. El 51% de los beneficios de la banca española va a impuestos. Si incorporamos el nuevo gravamen, nos vamos a más del 60%. Cuando surgió la propuesta de ese impuesto, dijimos que era arbitrario y que estigmatizaba al sector. Lo que nos dice el supervisor es que la subida de tipos te puede ayudar en los márgenes a corto plazo, que es lo que está sucediendo ahora, pero insiste en que en un contexto de incertidumbre también hay efectos negativos para los bancos de esa subida de tipos que pueden verse ahora, como tener menos actividad. Ya estamos viendo que se está desacelerando el crédito, más mora, aunque está en mínimos, con lo que hay que hacer provisiones que quitan resultados. El regulador nos pide prudencia. En este contexto, ¿nos parece bien un impuesto a la banca? Pues no.

¿Qué puede hacer la banca para mejorar la financiación de los jóvenes en el acceso a la vivienda?

En España tenemos un mercado hipotecario que funciona muy bien, tan bien que el índice de acceso a la vivienda en propiedad es del 75%, y eso se debe al dinamismo del mercado hipotecario. En cuanto al acceso para los jóvenes, creo que se están planteando fórmulas que nos parecen acertadas. Lo que tenemos medido es que hay una parte importante de los jóvenes de entre 25 y 35 años que pueden pagar una cuota hipotecaria pero que no pueden pagar la entrada. 

Claro, ahora la banca solo da el 80% del préstamo y no el 100% o el 120% de antes de la Gran Recesión.

Eso ya pasó. Fue una época de exceso. Ahora, lo normal es el 80%. Cubrir ese 20% con ahorro es difícil para los jóvenes. Solo el 3% de los jóvenes en la citada franja de edad pueden pagar esa entrada y, en cambio, más del 40% de ellos pueden pagar la cuota. ¿Cómo afrontar esta situación? Pensamos que las fórmulas que se plantean, como un aval, es por donde hay que ir.

 ¿Veremos más fusiones en España en los próximos tiempos?

Hemos tenido un proceso de consolidación muy fuerte en la última década. El sector se ha reconfigurado y ahora tenemos un nivel de concentración que diría que está en la media cuando vemos las comparaciones internacionales. Tenemos un nivel de competencia muy bueno y entidades eficientes. En general, no creo que haga falta más concentración, aunque esto es una decisión de cada uno.

El cierre de oficinas es un goteo constante todos los meses y la exclusión financiera gana terreno. ¿Se va a detener esa política o la digitalización nos va a llevar a un mundo casi sin contacto físico con nuestra entidad financiera?

Los mayores son los que nos piden más esa atención física. Con el covid, se aceleró el proceso de digitalización. Pero a la salida de la pandemia, el sector se dio cuenta de que no toda la población podía seguir ese ritmo. Tenemos un compromiso público de tomar una serie de medidas, como abrir el horario de atención en caja de nueve a dos de la tarde. Tenemos 6,5 millones de mayores de 65 años que han accedido a nuestro horario de caja ampliado. Tenemos el compromiso de atenderlos por teléfono a través de una persona y no de un robot, ya hay 2,5 millones de llamadas que se han atendido. Hemos hecho una encuesta externa que nos dice que la satisfacción de los mayores de 65 años con estas medidas está entre el 70% y el 75%. Debemos seguir mejorando.

La banca es un gran termómetro sobre la actividad del país. ¿Cuál es su percepción sobre la marcha de la economía española?

Nos está sorprendiendo positivamente. Hace unos meses, todos veíamos una desaceleración mayor de la que se ha producido ahora. Creo que es muy importante ver que el empleo está aguantando bien y que la inflación ha caído más en España que en otros países. Considero que también es importante diferenciar la situación de ahora con la que vivimos en 2012. No tienen nada que ver. Entonces teníamos una recesión, el empleo se había desplomado, el nivel de endeudamiento de las familias y las empresas era mucho más elevado y teníamos una crisis inmobiliaria que parece que ahora no vamos a tener.

Alemania ha entrado en recesión. ¿Habrá contagio a España?

Son economías muy distintas. La economía española tiene un peso de los servicios mayor que la de Alemania, donde hay mayor peso de la industria. El turismo también va muy bien, así como la industria exportadora. Por ahora, lo que estamos viendo es desaceleración. Alemania es el motor de Europa, pero tiene una estructura económica muy distinta a la nuestra y sufre la guerra más que nosotros.

¿Cuánto recorrido le queda al Banco Central Europeo (BCE) con la subida de tipos de interés?

La percepción que tenemos es que la inflación sigue alta y que las señales que nos está enviando el BCE es que va a seguir subiendo tipos. Alguna subida más vamos a ver.

La gran banca española sigue sin remunerar los depósitos de los ahorradores, a diferencia de lo que sucede con sus homólogas europeas. ¿Cuándo cambiará de política?

Siendo una asociación, no podemos hablar de prácticas comerciales, con lo cual puedo decir poco sobre este tema. Venimos de un mundo de exceso de liquidez. Las entidades españolas son las que más están devolviendo liquidez al BCE en este momento. Además, hay una competencia enorme en el sistema bancario español. Ahora, es verdad que estamos en una transición y, a medida que cambien las condiciones, las entidades irán tomando decisiones.

¿No cree que es razonable, ahora que los ingresos suben por el alza de tipos, que compensen a los clientes más conservadores por tener su dinero en el banco después de tantos años sin percibir nada?

No puedo hablar sobre eso. Son prácticas comerciales.

La vivienda parece que va hacia un periodo de freno en precios y operaciones. ¿Hay peligro para las entidades financieras?

Los niveles de solvencia son muy elevados. Y la tasa de mora está en mínimos desde 2008. Lo que sí tenemos que ser conscientes es de que estamos en un momento en el que el objetivo del banco central es luchar contra la inflación. Es una lucha de todos, porque la inflación es un impuesto para todos y, sobre todo, para las clases más vulnerables. El canal de transmisión de la subida de tipos es la banca. El objetivo de la política monetaria es enfriar la economía para bajar la presión de los precios. No hay un problema de oferta de crédito, sino que la demanda se está ajustando a la subida de tipos.

Entrevista realizada por Jordi Cuenca

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