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Presidencia

INFORME ANUAL

La fortaleza y el compromiso social de la banca española

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Este primer año como presidenta de la Asociación Española de Banca ha estado marcado por un escenario geopolítico complejo y cambiante, que ha tenido sus consecuencias en el ámbito económico y financiero. Han sido meses en los que se ha podido constatar la fortaleza del sector bancario español a la hora de enfrentarse a los desafíos globales y a los retos que tenemos como país. La solidez del balance y la sensibilidad con las necesidades de la sociedad son los ejes que definen a nuestro sector ante un entorno en constante transformación.

La invasión rusa de Ucrania, las restricciones energéticas y la interrupción de las cadenas de suministro han provocado un fuerte incremento de la inflación, que se ha hecho persistente.

Los bancos centrales han respondido con una rápida e intensa subida de los tipos de interés. Esta vuelta a la normalidad después de años a tipos cero e incluso negativos ha contribuido a mejorar la rentabilidad, pero también ha planteado nuevos desafíos, como se ha puesto de manifiesto en las últimas semanas con algunas entidades en Estados Unidos y Europa.

Estos episodios protagonizados por entidades concretas y con problemas específicos son una buena oportunidad para fijarnos y subrayar la solidez del sector bancario español.

Las entidades de la AEB afrontan el nuevo contexto monetario y financiero con un modelo de negocio solvente y sostenible. Una banca comercial minorista, diversificada y rentable para la que el 2022 ha sido un año de crecimiento sano. El aumento de los balances durante el ejercicio se ha basado en el incremento de su actividad típica: los créditos y los depósitos de los clientes.

En nuestros bancos, el crédito representa el 58% de los activos totales, por encima del 49% de media en los sistemas bancarios de la zona euro. Al cierre del ejercicio, el volumen de crédito a clientes alcanzó la cifra récord para los bancos de la AEB de 1,7 billones de euros. Este dato refleja la capacidad del sector para apoyar a millones de familias y empresas a desarrollar sus proyectos para generar riqueza y empleo. Apoyar la inversión es contribuir al progreso de la economía y de la sociedad.

La diversificación es uno de los elementos que caracterizan las fuentes de financiación de nuestras entidades. Los depósitos de clientes, en su mayor parte materialización del ahorro de las familias, representan el 58% del pasivo y su volumen agregado alcanzó los 1,7 billones de euros a fin de 2022.

Los bancos españoles han mantenido durante el pasado ejercicio una rentabilidad superior a la media de la zona euro, caracterizada además por la elevada recurrencia de los ingresos procedentes de su actividad típica, centrada en la banca comercial minorista y menos expuesta que otros modelos de negocio a la volatilidad de los mercados mayoristas.

Especialmente, ha sido el incremento del margen de intereses, el que explica los mejores resultados obtenidos en 2022.

La rentabilidad es la mejor defensa ante la incertidumbre y, en este sentido, los resultados de los bancos AEB en 2022 —19.524 millones de euros— son una buena noticia para el sector y, me atrevo a decir, también para el país. La rentabilidad permite reforzar el capital, seguir concediendo crédito con el que generar más inversión, más empleo, más consumo y más crecimiento. También permite pagar impuestos, y el sector bancario español está a la cabeza de los países europeos en tributación. Permite además remunerar con dividendos a sus más de 5 millones de accionistas, la inmensa mayoría minoristas.

El sector también contribuye a liderar retos para la sociedad como el envejecimiento y la despoblación. Los bancos españoles han mejorado la atención a los más mayores con la ampliación de los horarios de caja, de la que ya se han beneficiado más de 6,5 millones mayores de 65 años, la atención telefónica personalizada, de la que han disfrutado 2,4 millones, o la mejora en páginas web y aplicaciones.

El mismo propósito de compromiso es el que tiene como objetivo llegar a la plena inclusión financiera en la España rural antes de que termine este año, y el que marcó el acuerdo para ayudar a las familias con más dificultades a la hora de afrontar la subida de las cuotas hipotecarias debida al alza de los tipos de interés.

Todo ello acompañado de iniciativas propias y de la colaboración con diversas entidades para mejorar la capacitación digital y la educación financiera a través de los proyectos de la Fundación AEB. Buenos ejemplos son nuestro reciente proyecto «Conectando Mayores» de capacitación digital, o la ampliación, en colaboración con el Banco de España, a los estudiantes de primaria del programa «Tus Finanzas tu Futuro», que en sus nueve ediciones ha formado a más de 50.000 alumnos.

La apuesta por el talento del futuro tiene en CUNEF Universidad un ecosistema de desarrollo ampliado con nuevas titulaciones y un nuevo campus. Estrena presidencia tras una exitosa transformación en universidad privada de referencia. Para ampliar los horizontes de conocimiento y debate público, hemos reforzado el Instituto Español de Banca y Finanzas con un proyecto con el que dar a conocer la función de los bancos en la economía y en la sociedad.

De especial relevancia es el papel del sector a la hora de liderar la transición digital y los retos del cambio climático. Los bancos españoles están a la cabeza en el ranking mundial de experiencia digital de los clientes, muy por delante de sus competidores europeos. El porcentaje de clientes digitales es del 71%, de los que un 90% accede a su banco por móvil. Nuestras entidades continúan a la vanguardia en ámbitos como los pagos electrónicos, donde Bizum está a punto de llegar a los 25 millones de usuarios. Al mismo tiempo, el sector mantiene un compromiso contra la ciberdelincuencia y el fraude, como demuestra nuestra participación en el Plan de Acción contra el Fraude Financiero.

En cuanto a la sostenibilidad, las entidades continúan con su propia transformación y con la determinación de acompañar a sus clientes en la transición. En paralelo, el sector ha impulsado la definición de objetivos climáticos sectoriales a corto, medio y largo plazo como una demostración creíble de su compromiso de avanzar en la descarbonización de los balances en línea con las recomendaciones planteadas en el Acuerdo de París. Adicionalmente, a través del Centro de Finanzas Responsables y Sostenibles de España (FINRESP), la AEB, junto al resto de asociaciones del sector, sigue empeñada en divulgar el conocimiento básico para el desarrollo de las finanzas sostenibles con especial atención a las pymes.

En materia regulatoria, desde la AEB seguimos trabajando para contar con un marco normativo equilibrado que permita al sector cumplir su papel con seguridad y eficacia. Por eso hemos recurrido el impuesto a la banca. Consideramos que tiene efectos contraproducentes para la economía y que se ha justificado sobre dos falacias, como son los beneficios extraordinarios y el rescate. Las entidades que hoy son el núcleo del sistema español han aportado más de 30.000 millones al Fondo de Garantía de Depósitos y a la SAREB. También hemos planteado modificaciones en la configuración de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero actualmente en tramitación.

Estos dos proyectos han estado acompañados de un injustificado señalamiento del sector que contrasta con el compromiso económico y social de la banca y su disposición a contribuir en la mejora de la calidad normativa.

Por último, pensamos que la próxima presidencia española de la UE puede ser una buena oportunidad para para completar la Unión Bancaria y que cada entidad, con independencia de su nacionalidad, pueda ser valorada por su solvencia y su fortaleza. Sería un paso definitivo para reforzar la dimensión global de los bancos españoles y europeos.

Vivimos tiempos en los que nuestras economías necesitan todo el apoyo del sector para afrontar retos como la autonomía estratégica y financiera, o la capacidad de competir en un mundo más fragmentado y en rápida transformación. Desde la Asociación Española de Banca estamos dispuestos a colaborar y a aportar nuestra contribución para superarlos.