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Presidencia

Carta de la presidenta

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Asumo con ilusión y responsabilidad la presidencia de la AEB en un momento de grandes retos. No es una novedad, pues nuestro sector ha vivido importantes desafíos desde que se fundó esta asociación hace 45 años, y que han exigido la máxima atención y liderazgo de todos los presidentes que me han precedido.

Somos un sector que acompaña a la economía, que es esencial para la prosperidad de empresas y familias, y que se transforma continuamente para dar respuesta a los retos que afronta nuestra sociedad. Los más recientes, una pandemia global y una guerra en Europa.

El sector bancario tiene hoy una elevada solvencia y fortaleza financiera –con ratios de capital muy altos y superiores a los requeridos por el supervisor–, y modelos de negocio bien definidos que combinan cercanía, eficiencia, innovación y competitividad. En muchos de estos aspectos somos el mejor sector bancario de Europa.

Así se vio durante la pandemia, cuando el sector ha canalizado en pocas semanas más de cien mil millones de euros de crédito con garantía publica a nuestras empresas, al tiempo que mantuvimos el servicio a nuestros clientes a través de todos los canales.

Ahora, ante un nuevo escenario incierto y con los retos que plantean la elevada inflación, los retrocesos en la globalización y el cambio de ciclo de política monetaria, no me cabe duda de que la banca seguirá jugando un papel central para la economía española y el progreso social. Lo hará apoyándose en sus grandes fortalezas: la confianza, la seguridad, la estabilidad y la eficiencia. Afrontando, al mismo tiempo, tres grandes retos o transformaciones propias:

  • La transformación digital, donde los bancos debemos seguir contando con el talento, la capacidad de inversión y unas normas que se apliquen a todos los jugadores por igual, para seguir ofreciendo las mejores soluciones y apoyo a nuestros clientes, y sin dejar a nadie atrás. Además, seremos muy activos en importantes debates como la gestión de datos o el desarrollo del euro digital, poniendo siempre al consumidor en el centro.
  • La transición verde, donde la banca puede y debe jugar un papel clave en la financiación de energías renovables y apoyar a las empresas, especialmente las pymes, en su propia transformación.
  • Completar el mercado único europeo avanzando en la unión bancaria, con un fondo de garantía de depósitos común que permita romper del todo el círculo soberano-bancario.

Trabajaremos en todos los ámbitos y con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para acercar cada vez más la banca a la sociedad. Impulsaremos más y mejores servicios, pero también trabajaremos con los reguladores y escucharemos a todos los agentes e interlocutores representativos para orientar las prioridades e impulsar planes y proyectos para reforzar la inclusión y la educación financiera. Colaboraremos con autoridades para concienciar sobre los desafíos de la ciberseguridad y la prevención de fraudes tecnológicos. Y seguiremos apoyando la inversión y la competitividad de las empresas como vía esencial del progreso de las personas, de sus proyectos y anhelos.

Tenemos mucho por hacer. Para cumplir con estos objetivos, la AEB cuenta con un gran equipo, dedicado y experto, que ha demostrado capacidad de adaptación y fortaleza en momentos críticos para la economía y para el sector. Un equipo que se apoya también en el conocimiento y experiencia de las entidades asociadas, cuyas aportaciones son fundamentales.

Comenzamos ahora una nueva etapa, en la que construiremos sobre estas bases para reforzar el conocimiento y la contribución de nuestro sector a la economía y, sobre todo, a la sociedad.

Alejandra Kindelán

5 de abril de 2022