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REVISTA COLEGIO DE ECONOMISTAS

Alejandra Kindelán: “Tenemos 20 supervisores y reguladores sin que haya alguien con una visión completa”

Kindelán y Arancibia

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Alejandra Kindelán (Caracas) es presidenta de la Asociación Española de Banca desde 2022 y antes había sido la responsable del Servicio de Estudios, Public Policy y Relaciones institucionales de Banco Santander. La defensa de los intereses del sector bancario lo viene centrando en los años en que lleva al frente de la organización en demostrar el papel básico que los bancos juegan para el buen funcionamiento de la economía, pidiendo que se reduzcan las trabas que considera que lo impiden, y en acercar el sector a los ciudadanos mostrando la sensibilidad social que aquel tiene.

El sector financiero viene señalando que sufre un exceso de regulación y de numerosos supervisores y reclama una simplificación de las normas que lleve a menores exigencias de capital…

Lo importante aquí es el contexto general, el momento en el que está Europa y las necesidades que tiene Europa que ha estado y está en una crisis de crecimiento. Le está costando mucho crecer, le ha costado mucho crecer durante los últimos años, décadas, te diría incluso, y creo que ha llegado el momento de cambiar eso. La buena noticia es que el diagnóstico está hecho. Los informes de Draghi y Letta nos marcan una hoja de ruta clara de integración, por un lado, de más mercado interior y más integración, y por otro lado, se pone el foco en crecimiento y competitividad.

El marco regulatorio de nuestro sector se creó o se reforzó y se transformó radicalmente después de la anterior crisis, muy enfocado a eliminar el riesgo de crisis o reducir el riesgo de crisis y eliminar los costes de las crisis para los contribuyentes. Ahora nos vemos en un momento en el que las necesidades y la urgencia se llaman crecer y competir. Y para ello se necesita un sector financiero dispuesto, preparado y que tenga los incentivos para ofrecer toda su potencia de fuego a la economía real.

Es verdad que ese marco regulatorio del que hablábamos es muy complejo porque Europa es compleja por definición, pero además es que se ha creado un marco donde tienes un primer nivel que viene de Bruselas; un siguiente nivel que desarrolla normas más de detalle que está en París, la autoridad bancaria europea, y luego tienes el supervisor en Frankfurt. Tienes esos 3 niveles, por no hablar también del sistema de resolución bancaria, que es otra entidad más que regula. En total, nosotros tenemos más de 20 reguladores y supervisores como sector. Sin olvidarnos de las autoridades nacionales. Y cada uno va poniendo sus capas y sus requerimientos de regulación sin que haya alguien con una visión completa. Es lo que estamos pidiendo.

La otra cuestión es que se utiliza el capital como instrumento fundamental para ponerle requerimientos al sector. Ese capitalcentrismo lo querríamos atajar.

Lo que ocurre es que las entidades necesitan cada vez más capital para hacer lo mismo y se señala que ello se traduce en un posible recorte del crédito que podría llegar a la sociedad.

Esto es así. El informe de la Federación Bancaria Europea sobre simplificación incluye un estudio realizado por un independiente que señala que en los últimos cuatro años se ha incrementado el requerimiento de capital para la banca europea en 100.000 millones de euros. Una parte del requerimiento de capital es producto de la transposición de Basilea que supone para el sector 400.000 millones de euros. Pero es que por encima de ese nivel uno tienes los que surgen del nivel dos, de las normas, de cada detalle técnico, cada reglamento…, muchos de ellos tienen impacto en capital también. Tienes las exigencias del supervisor. A lo mejor revisa modelos y pide un aumento de capital sobre determinadas cuestiones. Y luego tienes los colchones macroprudenciales, las decisiones que esas son además de la autoridad macroprudencial nacional. Todo esto suma otros 270.000 millones más de capital. Esto no ha parado de subir y el problema es que no hay una visión completa de todo ello.

Por supuesto que todo esto tiene un efecto directo en el crédito. El estudio cuantifica el efecto sobre el volumen de crédito que podría liberarse y lo hacen en una relación que oscila entre diez (según cálculos franceses) y quince veces (según supuestos de metodología del BCE), o sea que esos requerimientos se pueden traducir entre 2,7 y 4,1 billones de euros de menos créditos en un momento en el que se dice que se necesitan 1,2 billones para inversiones y en el que los bancos jugarán un papel esencial.

¿No esto en contradicción con que la práctica totalidad de los bancos europeos están llevando a cabo agresivos programas de recompra de acciones para amortizar capital?

 Yo te diría que son dos cosas distintas. Es muy importante mantener el atractivo inversor del sector. Llevamos años en los que los bancos habían recuperado niveles de rentabilidad, pero la valoración en bolsa estaba muy por debajo de la expectativa del mercado, el valor de los bancos estaba por debajo del valor contable. Eso también es una anomalía. Lo que se quiere es que los bancos estén valorados al menos a su valor contable. Es una anomalía que es importante corregir y se ha empezado a corregir cuando se ha visto que hay una política de reparto al accionista consistente y sólida. ¿Programas agresivos? ¿Lo es un 50% de payout? Ahí es donde está más o menos. Para retribuir al accionista tienes dos instrumentos: dividendo y recompra, y los dos los valora igualmente el supervisor. Se puede distribuir dividendo o hacer recompra de acciones. En el caso de la recompra de acciones el supervisor pide que se presente la petición y te tienen que dar la autorización, con lo cual son incluso más prudentes, pero si vieran que hay algún problema, que se cuestiona la solvencia de la entidad o lo que sea, pues no la autorizarían.

En los últimos años, con la vuelta a la normalidad de los tipos de interés, los resultados de las entidades han alcanzado niveles claramente por encima del coste de capital. ¿Es este el nivel razonable o cabe esperar que las entidades tengan una rentabilidad mayor en un futuro cercano?

Lo razonable es tener una rentabilidad por encima del coste de capital. Lo anormal es lo que hemos vivido en años hasta aquí. Y eso era una preocupación del supervisor y del regulador. Creo que es un logro que tengamos esos niveles de rentabilidad, porque ya sabemos que la rentabilidad es la primera línea de defensa en el sector y sin una rentabilidad sólida no tendremos capacidad de prestar en el futuro. Es muy importante el haber conseguido estos niveles. Lo razonable es tener los niveles de rentabilidad por encima del coste de capital.

No sé lo que va a pasar con los tipos de interés porque los tipos de interés es política monetaria y lo que han querido hacer en Europa y lo han hecho bien es controlar la inflación. La rentabilidad de los bancos está muy bien asentada en unos modelos de negocio muy diversificados no solo geográficamente, sino también por negocios. Y también en unas ratios de eficiencia muy buenas, que eso es muy importante porque al final de cien que ingresas, la banca española se gasta menos de cuarenta y la banca alemana casi ochenta de media. La banca española va a tener buenas ratios de rentabilidad en el futuro.

El BCE parece decidido a poner en marcha el euro digital de manera que empresas y ciudadanos tengamos una cuenta corriente en el eurosistema. ¿Cree que es necesario que se ponga en marcha o bastaría con conseguir que el bizum español y sus homólogos europeos se interconectaran entre sí y pudieran cubrir ese servicio?

El proyecto del euro digital es un proyecto importante para el eurosistema en el que la banca española está colaborando. Nos hemos sentado en todas las mesas de trabajo, estamos respondiendo a todas las consultas que se están elaborando ahora mismo. También compartimos el objetivo, de ganar autonomía en los pagos. También es importante. Ahora en los pagos hay un predominio de soluciones de pago americanas, las tarjetas, y esa búsqueda de la autonomía estratégica en pagos creo que es relevante, igual que se busca en otros ámbitos. Contamos con soluciones privadas que funcionan muy bien. Lo sabemos en España. Bizum casi tiene 29 millones de usuarios y empezó en el 2016. Su uso es algo habitual en todas las generaciones. Ha permeado mucho a la sociedad española. Es facilísimo de usar con toda la seguridad que te da el marco bancario, porque esto nació de los bancos y se hace dentro del perímetro de los bancos. Y además sin coste para el consumidor y ampliando ahora sus casos de uso. ¿En qué estamos trabajando ahora? En la interoperabilidad, la interconexión de nuestro Bizum con otros. Bizum ya tiene una alianza con Andorra, Italia, Portugal. Se están incorporando nuevos países, Polonia y los nórdicos, Grecia, por ejemplo, y más están en conversaciones. Al mismo tiempo hay otra iniciativa que es la que engloba a los sistemas de pagos digitales de Francia, Alemania, Holanda y Bélgica. Creo que es bueno esta forma de ir avanzando con los pagos, ir ganando autonomía frente a las soluciones extranjeras.

Hay voces que consideran que la cifra que maneja el BCE como máxima que los ciudadanos podamos tener en esa cuenta es baja y están pidiendo que se suba. ¿Eso supondría podría suponer un problema para los depósitos bancarios?

Es verdad que todavía está en discusión lo de los límites. En el Ecofin de hace unas semanas estuvieron hablando de esto y crearon un sistema por el que empiecen a valorar donde se situaría ese límite. ¿Dónde se sitúa el límite? No lo sé, pero, si la idea del euro digital es ser una forma digital de efectivo resulta que, en media, los ciudadanos europeos tenemos 45 euros de efectivo, según estudios recientes. Es verdad que hay zonas donde se maneja más efectivo (países, zonas rurales…), eso seguramente la media, pero entre los 50 euros y cifras muy superiores…

Si la idea es que sea una forma digital de efectivo, el euro digital puede venir a complementar. Hablábamos antes de los pagos digitales y las opciones privadas. El euro digital puede venir a complementar de alguna manera, con los pagos que llamamos of line, cuando no estamos conectados a internet, pues ahí puede haber un monedero en euros digitales de forma que yo te paso mis euros digitales de mi móvil a tu móvil con la anonimidad que piden algunos. Habrá que explicar por qué el euro digital es distinto de la cuenta corriente.

Querría hablar ahora un poco sobre la reputación del sector que tiene luces y sombras. Individualmente, según las encuestas que hacen todas las entidades, los usuarios no están disgustados con la entidad o entidades con las que trabajan, pero cuando se les pregunta por el conjunto del sector, esa calificación positiva desciende de manera sustancial, es evidente que en estos momentos no parece que haya problemas graves al respecto pero, ¿teme que si la economía se volviera a torcer, como ocurrió en su momento, se volvería echar a la banca la culpa de todo lo que ocurra?

Tenemos la obligación y la tarea de seguir explicando a la sociedad, en los momentos buenos y en los malos, la importancia de contar con un sector bancario sólido, rentable, eficiente también, con conciencia social o con sensibilidad social y creo que lo estamos demostrando. Me alegré mucho de que en la mejora del rating del Reino de España se señalaba la solidez de la banca es uno de los elementos que hay detrás de esa mejora de rating. Me parece que es algo de lo que tenemos que estar orgullosos y que tenemos que poner en valor; tenemos que seguir insistiendo mucho en la necesidad y en la importancia de una banca sólida. Vimos también en el pasado, cuando eso no fue así, los problemas que nos trajo. Tenemos que seguir contando y explicando esa sensibilidad social de la que hemos hablado mucho nosotros, porque creo que tenemos muchas cosas de las que podemos hablar. Nos sentamos cada seis meses aproximadamente con el ministro de Economía, y ahí hablamos de lo que estamos haciendo en las zonas rurales, con los mayores, con las personas con discapacidad. Se pueden recordar los 1.864 millones de euros que los bancos y las fundaciones del ámbito de la AEB destinamos a acción social. Las de la CECA tienen también cifras espectaculares. Si agregamos todo nos vamos a cifras muy elevadas de contribución social, más allá de nuestro trabajo del día a día, de dar crédito a familias y empresas y tal. Tenemos que seguir insistiendo en ello, en que la sociedad lo entienda.

Hace unos años, uno de los temores grandes que tenía la banca era la entrada de nuevos jugadores que no estaban sujetos a las mismas regulaciones. De un tiempo a esta parte se ha dejado de hablar de ello. ¿Es que ya no son un peligro?

No me gusta hablar de temores o peligros. Lo que yo creo que nuestra banca está muy bien preparada, que los bancos españoles son fuertes, competitivos y nos gusta la competencia. Competimos bien; hemos entrado en otros mercados donde hemos sido muy competitivos y seguimos siéndolo. Y es una banca, aparte de con esa fortaleza y solidez financiera, muy en la vanguardia tecnológica, siempre lo ha estado. Y el ejemplo que hablamos antes de Bizum es una muestra más de cómo estamos a la vanguardia, adelantándonos. Por eso estamos bien capacitados para competir con esos nuevos entrantes. Y también es importante, y siempre lo hemos dicho, que a igualdad, igualdad, misma actividad, mismas reglas, misma supervisión.

Por último, tanto las autoridades como la banca en general vienen señalando desde hace varios años la necesidad de que los ciudadanos aumenten su educación financiera y, de hecho, tanto desde la administración como desde el sector, tienen muchas iniciativas. Es indudable que se está avanzando en ello, pero queda mucho camino todavía por recorrer…

El punto de partida no es bueno. El 40% de los ciudadanos españoles no saben lo que es la inflación y no han tenido formación financiera o económica en sus años de educación, porque no hay horas de educación obligatoria, ni en primaria, ni en secundaria, ni en bachillerato. Y si no estudias una carrera que tenga que ver con la economía o con la administración de empresa, por ejemplo, pues igual no te incluyen el concepto de inflación en ningún momento. Por eso creo que es muy importante que intentemos hacer obligatorias algunas horas, algunos conocimientos básicos financieros que te van a acompañar toda tu vida, porque al final durante toda tu vida vas a tener que tomar decisiones que tengan que ver o donde tengas que aplicar estos conocimientos, porque sino no vas a poder gestionar bien tu ahorro. Los primeros módulos del programa que hacemos nosotros desde AEB con los bancos en los institutos, los dedicamos a gestionar un presupuesto, a saber que existe un presupuesto: ingresos y gastos, priorizar los gastos y luego tener un colchón de ahorro. El siguiente paso ya es cómo gestionas ese ahorro.

Estamos en un momento en el que queremos desarrollar los mercados de capitales europeos y queremos que ese ahorro no esté solo en depósitos, sino que se pueda diversificar y que se diversifique con cabeza y con una rentabilidad también, que supere como mínimo una inflación. Pero claro, si no sabes lo que es la inflación, pues entonces te va a ser difícil gestionar todo eso, con lo cual creo que estos conocimientos básicos deberían de ser obligatorios. Creo que tenemos que trabajar todos para ello. Creo que estamos ahora mismo con una conciencia clara de que esto es importante en todos los niveles. Banco de España tiene una intención muy clara aquí. El gobernador ha hablado mucho de ello y creo que es importante el liderazgo del Banco de España junto con el resto de instituciones, CNMV también y, por supuesto, el ministerio y luego todo el sector. Nosotros, en el sector llevamos mucho tiempo trabajando en esto. Todas las entidades tienen programas de educación financiera. Nosotros, como asociación, tenemos un portal muy bueno que agrupa todos estos recursos de los bancos, no solamente AEB, sino también de CECA y de UNACC, y que tiene desde podcasts para emprendedores hasta cuentos para niños. Pienso que el objetivo tiene que ser tener algunas horas obligatorias para asegurar que los conceptos básicos los tiene toda la ciudadanía.

Entrevista realizada por Salvador Arancibia

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