Llegados al momento de pagar, lo mínimo es contar con las máximas facilidades para hacerlo. Con tarjeta, por transferencia, domiciliación de recibos, incluso a través de Bizum y naturalmente también en efectivo. Es fundamental para los consumidores que tengan un amplio abanico de posibilidades de pago, como ocurre en España. Y que al final puedan optar por la alternativa que más le convenga, en función del momento, de sus necesidades o de su experiencia.
El pago en efectivo está respaldado por factores generacionales, culturales o la tradicional consideración del dinero físico como activo seguro. Pero también muchas personas que se inclinan por otros instrumentos, como la tarjeta por su facilidad y control. Y cada vez más se utiliza Bizum, por su rapidez y seguridad. Desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Para el Banco de España la mayor digitalización de los medios de pago está impactando de manera relevante en la forma de pagar de los consumidores. Así, el uso de los dispositivos móviles en el comercio físico se ha duplicado desde 2022, aunque el efectivo y las tarjetas siguen siendo los medios de pago más comunes.
De hecho, las tarjetas dominan el pago en comercio electrónico. Según los últimos datos del Banco de España referidos a 2024, los pagos con tarjeta a través de terminales de puntos de venta crecieron un 9.5 % anual en operaciones y un 6.24 % en importe. Mientras, la retirada de dinero en cajeros retrocedió un 1.45 %, y el importe aumentó un 2.08 %, solo la mitad que el año anterior. Mientras, los pagos inmediatos, especialmente Bizum, destacan como la forma de pago entre particulares.
Facilidad de uso y seguridad son las principales motivaciones para probar nuevos medios de pago. También la opinión de terceros, mucho más que la estrategia comercial de las empresas, según una encuesta de KPMG. Con toda probabilidad, una de las razones del éxito de Bizum y de su espectacular acogida entre los españoles.
“Te hago un Bizum” se ha convertido en una expresión común para el pago entre particulares, y cada vez más en servicios privados y públicos. El mejor exponente del fuerte aumento de las transferencias inmediatas dentro de la transformación digital tan acelerada de la sociedad. De esta forma el dinero pasa de una cuenta a otra en pocos segundos, a cualquier hora del día o de la noche , los 365 días del año y desde cualquier lugar. Algo tan extendido como el uso del teléfono móvil se ha convertido en una herramienta clave para reforzar la inclusión financiera.
Inmediatez y total disponibilidad, que se unen a la facilidad y seguridad que mencionaba antes. El esfuerzo colaborativo del sector financiero español para desarrollar Bizum contrasta con lo ocurrido en otros países de nuestro entorno, donde no ha existido un acuerdo sectorial de este calibre. La elevada accesibilidad a una cuenta entre los bancos españoles y la fácil experiencia de uso, apoyada en el número de móvil, explican también su crecimiento. Detrás del funcionamiento de Bizum está el hecho de que el número de móvil se identifica con el iban de la cuenta, lo que permite activar una transferencia SEPA de forma inmediata.
Este esfuerzo también ha hecho posible la internacionalización de la herramienta, gracias a la iniciativa EuroPA, European Payments Alliance, que integra Bizum con las plataformas de pago similares de Portugal e Italia. Y abierta a otros países. La iniciativa cuenta con más de 50 millones de usuarios y de 180 entidades financieras asociadas.
Las posibilidades se multiplican, la digitalización avanza y la inclusión se robustece. El ecosistema de pagos se hace más diverso e innovador., a la medida de las personas y de sus preferencias.
Aunque depende de factores externos a los propios bancos, como en el resto de las facetas de nuestro día a día, como es la conectividad móvil y el suministro eléctrico. De forma reciente, la inmediata recuperación de la operativa de pagos tras el restablecimiento del suministro eléctrico refleja la capacidad técnica y humana del sector bancario y su resiliencia operativa ante situaciones extremadamente complejas y excepcionales. Y pone en evidencia, una vez más, el valor de la función bancaria para el día a día de las personas. Incluso ante un acto tan cotidiano, para bien o para mal, como es pagar.
José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca