El Banco Central Europeo (BCE) insiste en la necesidad de que los bancos europeos tengan cuanto más capital posible. Su solidez, en términos de capital, es considerada garantía de solvencia y sostenibilidad en el tiempo. Llama la atención que muchos bancos europeos que encabezan las listas de capital adolezcan de una baja rentabilidad y de una baja eficiencia.

No es cuestión de fijar una alternativa entre capital y rentabilidad. De hecho, la rentabilidad es sinónimo de solvencia. Permite generar capital, imprescindible para seguir impulsando a la economía y acompañar a los clientes para que hagan realidad sus proyectos, como hacen los bancos españoles. Ser rentable también permite retribuir al ahorrador a través de dividendos y aportar recursos para sostener el estado del bienestar a través de impuestos.

Un reciente análisis del Instituto Español de Banca y Finanzas (IEBF) compara los sistemas bancarios europeo y norteamericano desde una perspectiva de contexto y actividad, teniendo en cuenta las ratios de capital y rentabilidad, entre otras magnitudes. Los bancos norteamericanos están menos capitalizados, pero son más rentables que los europeos. La mayor rentabilidad de la banca norteamericana se explica por una combinación de mayor eficiencia, mayores márgenes y poder de mercado en mercados financieros integrados y con grandes empresas, lo que diversifica las fuentes de financiación.

Se trata de dos modelos de negocio diferentes. La banca europea se centra en la concesión de créditos a familias y empresas, frente a la banca norteamericana, en la que la actividad en los mercados financieros tiene mucho peso. La elevada densidad de la red de oficinas bancarias en Europa frente a Estados Unidos es un buen indicador de esta diferencia.

De las conclusiones del IEBF se desprende también la necesidad de seguir avanzando en la integración bancaria a nivel europeo y del mercado de capitales. Una economía fuerte requiere un sistema bancario fuerte y rentable, capaz de apoyar a la economía y afrontar los retos de la sociedad.

José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca

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