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La rentabilidad de los bancos españoles aumentó hasta el 12,3% en el tercer trimestre de 2023, según los últimos datos del Banco de España. Esta ratio está por encima de la media europea, pero por debajo de la obtenida por otros sistemas bancarios como el italiano, el portugués o el holandés. La rentabilidad obtenida hasta el momento sigue siendo menor al 15% de antes de la crisis financiera y la obtenida por la gran banca norteamericana.
En su última comparecencia pública, el presidente del Consejo de supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, apuntó que los bancos europeos tendrán que enfrentarse en los próximos meses a los desafíos de unas condiciones financieras más estrictas, aún elevada inflación, tensiones geopolíticas y un escenario de moderación del crecimiento. “Estas preocupaciones –sumadas a la decepción de los inversores por el hecho de que algunos gobiernos introduzcan impuestos, gravámenes u otras políticas públicas que afectan negativamente a las ganancias netas de los bancos– también se reflejan en el hecho de que las actuales valoraciones de mercado de los bancos de la eurozona no han superado sustancialmente los niveles previos a la pandemia”, dijo Enria.
La rentabilidad es sinónimo de sostenibilidad para los inversores y ahorradores en busca de dividendos. Y es fundamental para que los bancos sigan reforzando su capital, de forma que tengan capacidad para cumplir con su principal cometido de dar financiación. Tener un sector financiero sólido es clave para impulsar el crecimiento y la competitividad de la economía, pero también para acompañar a las empresas y a las familias a superar con éxito los retos a los que se enfrentan en el futuro.
José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca