La legislación hipotecaria española cuenta con garantías sólidas de protección al consumidor. El autor defiende que toda reforma en este ámbito tiene sus riesgos y debe ser abordada con reflexión y prudencia.
En el intenso debate social, político y mediático que estamos viviendo sobre nuestro sistema hipotecario parece conveniente incluir algunas consideraciones sobre la actuación de los bancos y las posibles reformas a introducir.