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BALANCE DEL COMPROMISO DE LA BANCA ESPAÑOLA CON LA ACCIÓN CLIMÁTICA

El liderazgo de la banca española en la lucha contra el cambio climático

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El sector bancario español es uno de los más comprometidos a nivel global en la lucha contra el cambio climático, tal y como demuestran tanto el alto porcentaje que representaron los bancos españoles dentro de los signatarios iniciales del Compromiso Colectivo de Acción Climática (CCAC), como la extensión tan sólo unos meses después a un compromiso sectorial que abarca a la práctica totalidad del sector. Dentro de este contexto, los principales bancos españoles han realizado grandes avances a lo largo de 2020 que les sitúan entre de los más avanzados en la agenda climática.

Así, los principales bancos españoles han establecido objetivos en relación con la sostenibilidad y han comenzado los trabajos para alinear sus carteras con los objetivos climáticos, comenzando en muchos casos con el establecimiento de políticas de exclusión. En algunos casos, el análisis inicial de las carteras ha tenido un enfoque sectorial, comenzado por algunos sectores como el automóvil, las manufacturas, la generación eléctrica, o las hipotecas, con la idea de ir extendiéndolo progresivamente al resto de carteras.

Desde la perspectiva de la gobernanza, se han establecido procesos para asegurar la involucración del consejo de administración con el apoyo de la alta dirección y las distintas áreas funcionales responsables, contando, los principales bancos, con áreas de sostenibilidad especialmente dedicadas.

Los bancos han comenzado a tomar una perspectiva que tenga en cuenta tanto los riesgos, como las oportunidades derivadas del cambio climático y a comunicarlo en sus informes anuales.

Por el lado de los riesgos, los principales bancos han comenzado a utilizar metodologías para el análisis de los riesgos climáticos, y su integración dentro del marco general de riesgos, esperándose que comiencen a desarrollar análisis basados en escenarios como próximo paso.

En relación con los productos, la banca ha desarrollado una amplia cartera de productos verdes incluyendo, entre otros: project finance, préstamos sindicados, bonos verdes, financiación de comercio internacional, financiación dirigida al sector agrario, financiación de automóviles, hipotecas verdes, préstamos destinados a mejorar la eficiencia energética, y asesoramiento. El objetivo es ayudar a sus clientes a realizar una transición hacia una economía menos intensiva en carbono. Como próximo paso, los bancos comenzarán a clasificar sus productos dentro del marco creado por la Taxonomía de la UE.

Adicionalmente, los bancos españoles han sido especialmente activos en la adopción de estándares internacionales, en la colaboración con otras entidades financieras y con las principales iniciativas internacionales en marcha. En este sentido, las principales entidades han comenzado a alinearse generalmente con las recomendaciones del TCFD, participando varios de los bancos españoles en el proyecto piloto de UNEP FI para promover la implantación de dichas recomendaciones.

Finalmente, de manera generalizada los bancos han comenzado también a realizar un importante esfuerzo de capacitación interna que deberá continuar en los próximos años, especialmente en aspectos relacionados con los productos, la regulación, y las metodologías, y extenderse a todas las áreas y segmentos dentro de los bancos.

Todas estas actuaciones llevadas a cabo por parte de los bancos españoles han sido reconocidas a nivel internacional llevando, por ejemplo, a algunos de ellos a los puestos más altos dentro de índices de referencia global, como el Dow Jones Sustainabilty Index.

Sumando fuerzas

El alineamiento de un banco con los objetivos del Acuerdo de París es un proceso que requiere, en primer lugar, la integración de la acción climática de manera holística en las estrategias de negocio. Eso supone la utilización de diversas herramientas y metodologías que permitan una perfecta comprensión del negocio del banco y de las inversiones que realiza y, en última instancia, la creación de oportunidades y la generación de impacto. En este proceso de aprendizaje conjunto, resulta además fundamental el compartir experiencias y buenas prácticas con otras entidades, así como ayudar a generar una mayor concienciación y cambio de comportamiento en los clientes, y en la sociedad en general.

Se trata de un camino progresivo que, en su primera etapa, pasa por el lanzamiento a la acción y la asunción de compromisos, como los realizados por la banca española a finales de 2019. A ello, le sigue una segunda etapa, en la que estamos inmersos, que implica el desarrollo de estándares, herramientas y metodologías que permitan medir y tangibilizar dichos compromisos. Todo ello, deberá dar lugar a que las carteras de los bancos hayan logrado reducciones significativas en sus emisiones en 2030 y, finalmente, intentar lograr la neutralidad climática con la vista puesta en el año 2050 como objetivo.

A lo largo de 2020, la banca española, con el apoyo de la AEB, la CECA y el ICO, ha centrado sus esfuerzos en tratar de avanzar en los retos más importantes que han sido identificados para la adopción y diseño de estrategias de actuación en la que se encuentran las instituciones. En concreto, se han identificado importantes retos derivados de la falta de disponibilidad datos homogéneos y fiables, de la falta de armonización y estandarización de las herramientas y metodologías, y de la necesidad de capacitación por parte de los equipos.

Por ello, tanto los Comités de Sostenibilidad de AEB y CECA, como el ICO, de manera coordinada, se han centrado en abordar la alineación del conocimiento entre entidades, habiendo diseñado un plan de trabajo centrado en tres ejes: la organización de talleres/webinars en los que diferentes proveedores contaron su visión sobre cómo abordar el riesgo derivado del cambio climático; la creación de un repositorio de buenas prácticas; y la colaboración y coordinación con Holanda y Alemania, firmantes también de sus respectivos acuerdos nacionales de acción contra el clima.

De cara a 2021, el sector seguirá profundizando en la alineación del conocimiento respecto de las distintas metodologías, tanto a nivel nacional, como mediante el intercambio de experiencias a nivel internacional con Alemania y Holanda. Además, podrá resultar especialmente interesante la búsqueda de alguna iniciativa conjunta entre Alemania, Holanda y España, como países firmantes de sus respectivos compromisos. Adicionalmente, el sector deberá estar atento a las guías de UNEP-FI para facilitar la definición de objetivos que las entidades deberán publicar a finales de 2022 de acuerdo con los compromisos adquiridos al adherirse al Acuerdo de Acción por el Clima. La adaptación de estas guías al sector bancario español será un eje central durante el año 2021.

Por último, la siguiente etapa en el camino hacia la sostenibilidad parece venir marcada por lograr la neutralidad climática (“Net-Zero”) en 2050. La COP26 que se celebrará en noviembre de 2021 en Glasgow parece ser el foro adecuado para visibilizar los compromisos del sector en esa dirección.

Aquí puedes consultar el documento completo ‘Balance del compromiso de la banca española con la acción climática’