La evolución reciente de los indicadores provoca cierto optimismo. Se han dado pasos susceptibles de cambiar las expectativas de los mercados.
Con cierto retraso y con algo menos de intensidad que en la Eurozona, la economía española confirma los síntomas de una suave recuperación.
Según estimaciones del Banco de España (los datos oficiales del INE se dan a conocer el próximo 26 de agosto), en el segundo trimestre del ejercicio, el PIB real habría registrado un incremento intertrimestral del 0,2% tras un avance del 0,1% en el trimestre anterior.