Sin reformas de carácter estructural, el escenario que se abre es el de un periodo dilatado de bajo crecimiento y de paro elevado.
La atención de los gobiernos se centra actualmente en la capacidad para llevar a buen puerto la deseada recuperación y en el diseño de la estrategia más adecuada para este fin.
Dentro de una inusual incertidumbre, hay quien no descarta una recaída en recesión frente a los que se inclinan por una progresiva consolidación de la incipiente fase expansiva.