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Presidencia

INTERVENCIÓN EN EL SEMINARIO APIE-UIMP

Un camino sin retorno hacia la economía sostenible

finanzas sostenibles

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Las autoridades, al igual que ha ocurrido en el pasado en áreas como la lucha contra el blanqueo de capitales, van a utilizar al sector financiero como instrumento para llevar a cabo la transición energética hacia modelos económicos menos intensos en carbono, más respetuosos con el medio ambiente y que limiten el impacto del cambio climático, y todo ello preservando la estabilidad financiera. En suma, quiero destacar que las finanzas sostenibles han dejado de ser un asunto relacionado con la reputación para convertirse en un catalizador que está impulsando un cambio sin precedentes en el terreno financiero y en los modelos de crecimiento económico.

Seis grandes hitos globales han contribuido a esta transformación.

1.- En primer lugar, la Agenda Global de las Naciones Unidas que desgrana los objetivos de la comunidad internacional para el periodo 2016-2030 con el fin de erradicar la pobreza y favorecer un desarrollo sostenible e igualitario. En esta agenda destacan el Acuerdo de París sobre cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS).

2.- En segundo, la regulación, la supervisión y las recomendaciones de organismos internacionales, tales como la Comisión Europea (CE), el Financial Stability Board (FSB), el Parlamento Europeo o la Red de Bancos Centrales y Supervisores para una Economía más Respetuosa con el Medio Ambiente (NGFS). Todos coinciden en señalar al sistema financiero como el sector clave para lograr una transición con éxito.

3.- En tercer lugar, aparece la enorme oportunidad de mercado generado por estos ODS. La Comisión Europea estima que para cumplir con los objetivos de cambio climático de 2030 se necesitan 180.000 millones anuales de inversiones adicionales en eficiencia energética y energías renovables. Sólo con el concurso del sector privado se puede lograr esa cifra de inversión anual adicional, equivalente a un 17% del PIB español.

4.- En cuarto, hay que citar la creciente presión por parte de los inversores institucionales, que solicitan información sobre cómo las empresas integran los aspectos ambientales y sociales en sus operaciones, así como sobre su visión a largo plazo.

5.- En quinta posición aparece la necesidad de nuestros bancos de contemplar y medir con mayor precisión estos riesgos, que son reales y que están en sus balances. Las autoridades así lo aprecian y por tanto serán regulados.

6.- Por último, están los diferentes stakeholders de los bancos. Hay una creciente conciencia social sobre estos problemas: pobreza, clima, gobernanza, recursos naturales y energía. Las finanzas sostenibles se presentan como una herramienta adecuada para abordarlos todos en conjunto, pues todos están conectados.

Para entender el desafío del cambio hacia un modelo económico sostenible es necesario entender dos cosas. En primer lugar, que, si bien el punto de partida está definido, no lo están ni el punto de llegada, ni la velocidad y el ritmo al que se va a llegar que, probablemente, serán diferentes para países desarrollados y emergentes. En segundo lugar, que las incertidumbres asociadas al impacto del cambio climático, y los largos horizontes de cualquier transición que se contemple, hacen especialmente difícil su análisis.

José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca

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