Progresa adecuadamente

La mejora de la rentabilidad de los bancos queda sujeta al éxito de su estrategia y a las decisiones de reguladores, supervisores y gestores de política económica

Los bancos están sujetos a un proceso de evaluación continua. En el caso de los españoles, el último análisis corresponde al informe que periódicamente preparan la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Sus conclusiones son positivas, dibujan un perfil de entidades sólidas que siguen realizando ajustes, que se adaptan al difícil escenario regulatorio y a la transformación digital que demandan sus clientes. La mejora de la rentabilidad es consecuencia de todo esto, aunque por debajo del coste de capital que reforzaría su sostenibilidad futura.

La evolución de la banca es positiva, aunque no queda del todo claro cuál es el objetivo final para las autoridades, que hablan de retos, entre los que destaca mejorar la rentabilidad y operar bajo un escenario de creciente competencia no bancaria en un terreno de juego injusto ante la irrupción de nuevos competidores libres de la estricta regulación y supervisión que se aplica a la banca. La mejora de la rentabilidad de los bancos queda sujeta al éxito de su estrategia y a las propias decisiones que vayan tomando reguladores, supervisores y gestores de política económica. No es fácil fijar una estrategia en un escenario bajo tanta incertidumbre. Pese a esto, los bancos tienen muy claros cuáles son sus objetivos: financiar el crecimiento y ofrecer el mejor servicio.

La vinculación con la economía es a la vez la fortaleza y la debilidad de los bancos. Su sostenibilidad depende de la propia solidez económica, a la que contribuyen con su actividad.  Del lado opuesto hay numerosos ejemplos de crisis financieras pasadas ocurridas a raíz de problemas económicos. Las autoridades buscan prevenir una nueva crisis financiera, sea cual sea su origen, limitando el riesgo asumido por las entidades y enfatizando su solvencia bajo parámetros cada vez más elevados. Es importante que haya una reflexión que valore sus potenciales efectos en la estabilidad del sector.

José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca

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