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La banca española ofrece, a día de hoy, un mayor número de servicios bancarios a sus clientes con un precio un 58% menor en relación con la media de los países europeos
Resulta llamativo que en algunos foros se cuestione que los bancos tengan que ser rentables. Una rentabilidad, por otro lado, que en la banca europea y en la española sigue siendo inferior al coste de conseguir capital. Tener una rentabilidad adecuada permite obtener financiación y recursos que refuerzan la viabilidad a medio y largo plazo. La rentabilidad es sinónimo de estabilidad, partiendo de que el negocio bancario se apoya en la confianza tanto de los clientes como de sus accionistas.
El deterioro económico durante la crisis y el fuerte ajuste llevado a cabo por el sector se tradujeron en un importante deterioro de la rentabilidad de los bancos europeos. La mejora económica de los últimos años no ha permitido recuperar la rentabilidad perdida, que se encuentra en estos momentos a la cola del ranking de los sectores económicos. Parte de la explicación responde a la anomalía histórica que supone tener tipos de interés oficiales nulos o negativos en la fase expansiva del ciclo económico, lo que penaliza la actividad tradicional de intermediación financiera de los bancos.
La rentabilidad permite a los bancos proporcionar el mejor servicio que demandan unos clientes cada vez más exigentes. A pesar de no haber alcanzado todavía una rentabilidad por encima del coste de capital, los bancos de la Asociación Española de Banca están haciendo un importante esfuerzo por adaptarse a la transformación digital que piden sus clientes invirtiendo cada año más de 1.700 millones de euros para mejorar su eficiencia y responder a las crecientes demandas de los clientes, que quieren poder operar con sus entidades financieras a través de cualquier canal en condiciones muy competitivas.
El supervisor europeo pide a los bancos que mejoren su rentabilidad siendo más eficientes, reduciendo la herencia de la crisis aún en sus balances y diversificando la fuente de ingresos. Los ingresos por comisiones se derivan de un amplio abanico de servicios financieros que proporcionan los bancos, que incurren en inversiones y costes para proporcionarlos. A escala individual, la decisión final sobre el precio de los servicios financieros que proporciona cada banco depende de su estructura de costes y de su política comercial. La mayor eficiencia de la banca en España respecto a la mayoría de sus competidores europeos, junto a un modelo operativo basado en una relación estable y duradera con sus clientes, permite que los consumidores españoles disfruten de unas comisiones un 58% inferiores al promedio que se cobra en los principales países de la Unión Europea. En España se ofrecen hasta 115 servicios financieros frente a los 82 de la UE. Más del 75% de servicios se ofrecen de manera gratuita y a través de diferentes canales para mayor comodidad de los clientes. El peso de los ingresos por comisiones sobre el margen de intereses en España es inferior al de la mayoría de países de la zona euro, de forma que su aportación al aumento de los resultados totales es marginal.
Los bancos son fundamentales para la economía al financiar su crecimiento. Proporcionan los servicios financieros que familias y empresas precisan para su propia actividad. Los bancos aumentan sus beneficios en un contexto de recuperación económica de la que se benefician el resto de los agentes económicos. Cumplen con la exigente regulación para reforzar la confianza y transparencia en beneficio de los consumidores. La mejora de la rentabilidad es una prioridad para los bancos que beneficia al conjunto de la sociedad.