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Portavoz

La Vanguardia

Antes y después

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Desde que estalló la crisis, la regulación se ha convertido en uno de los principales retos de los bancos de todo el mundo. Gran parte de las normas busca reforzar la estabilidad financiera y la protección del usuario de servicios financieros.
La regulación ha propiciado bancos con más capital y liquidez, y ha contribuido a que sean más seguros y capaces de asumir por sí solos los problemas que puedan surgir. Normas como Mifid II,PSD2 y las nuevas normas contables persiguen extremar la protección de los inversores, una mayor competencia en los servicios financieros y que el balance de los bancos refleje de forma más fidedigna el riesgo asumido.
Las autoridades entrarán ahora en el detalle de esa regulación para impulsar la inclusión financiera y garantizar la sostenibilidad del crecimiento económico. La letra pequeña de la regulación seguirá siendo un reto para los bancos en el 2018, como la transformación digital, los nuevos competidores tecnológicos y la mejora de la rentabilidad.
Las valoraciones de la banca en bolsa reflejan la confianza de los inversores en que saldrá airosa de estos desafíos. Los datos sobre la recuperación económica en Europa, mayor de lo previsto, especialmente en España, reflejan su esfuerzo para cumplir con su objetivo: financiar las necesidades de las familias y el desarrollo empresarial, indispensable para generar crecimiento y prosperidad.
El camino de los bancos tras el estallido de la crisis también ha venido marcado por la transformación  impulsada desde dentro. En su toma de decisiones ha cobrado peso la responsabilidad social. Mejorar la educación financiera es otra meta que se han fijado los bancos, convencidos de que beneficia al conjunto de la sociedad.

José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la AEB

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